Abu Simbel

Aterrizar aquí es llegar a las puertas de la historia. El pequeño aeropuerto de Abu Simbel es la vía de acceso más rápida a los majestuosos templos de Ramsés II, un aeródromo funcional creado casi exclusivamente para acercar a los viajeros a una de las grandes maravillas del antiguo Egipto.

El umbral a los tesoros de Nubia

El Aeropuerto de Abu Simbel (código IATA: ABS, ICAO: HEBL) es, más que un aeropuerto, una promesa. La promesa de estar a solo unos minutos de uno de los legados más impresionantes de la civilización egipcia. Su existencia está intrínsecamente ligada a los templos que le dan nombre; de hecho, su principal razón de ser es facilitar el acceso a este remoto enclave en la frontera con Sudán, a orillas del Lago Nasser. Para la mayoría de los viajeros, ahorra un largo y arduo viaje por carretera desde Asuán.

Ubicado a escasos kilómetros del complejo arqueológico, este aeródromo es pequeño, doméstico y eminentemente turístico. No esperes un gran centro de conexiones internacionales; su función es mucho más poética y práctica. Lo cierto es que, desde que bajas del avión, ya sientes que estás en un lugar diferente, donde el ritmo lo marca el sol del desierto y la inminente presencia de la historia. Su infraestructura es sencilla pero cumple a la perfección su cometido: ser un puente aéreo hacia el pasado.

Vuelos y operaciones a los pies de los faraones

La operativa del Aeropuerto de Abu Simbel es tan específica como su propósito. Cuenta con una única y compacta terminal que gestiona tanto las llegadas como las salidas. El diseño es funcional y está pensado para un flujo de pasajeros rápido y sin complicaciones, algo que se agradece cuando el tiempo para visitar los templos es limitado. Lo primero que llama la atención al entrar es su sencillez; no hay largos pasillos ni múltiples puertas de embarque, todo está a la vista.

La principal y casi exclusiva aerolínea que opera aquí es EgyptAir, a través de su filial regional. Los vuelos conectan Abu Simbel principalmente con Asuán, en un trayecto corto que se siente casi como un vuelo panorámico sobre el desierto y el Nilo. Ocasionalmente, y dependiendo de la temporada turística, también pueden existir conexiones directas desde El Cairo.

La mayoría de los vuelos están programados a primera hora de la mañana para llegar, visitar los templos y regresar a mediodía o primera hora de la tarde. Esto convierte a Abu Simbel en una excursión de un día perfecta para quienes se alojan en Asuán o viajan en un crucero por el Nilo.

Comodidades en un aeropuerto de paso

Hay que ser claros: el Aeropuerto de Abu Simbel no es un lugar para pasar horas de escala. Sus servicios son básicos y están diseñados para cubrir las necesidades esenciales de los viajeros que están de paso. Si bien la terminal es funcional y climatizada (algo vital en esta región), las opciones de ocio y compras son muy limitadas.

Al llegar, encontrarás una pequeña cafetería donde tomar un refresco o un café antes de tu vuelo de vuelta, y quizás comprar algún snack. También suele haber una o dos tiendas de souvenirs donde adquirir recuerdos de última hora, aunque la variedad no es muy amplia. Los servicios se completan con unos aseos básicos y una pequeña sala de espera.

No cuentes con encontrar Wi-Fi gratuito, salas VIP, oficinas de cambio de moneda con amplios horarios o una gran variedad de restaurantes. La clave aquí es la eficiencia. La idea es que tu paso por el aeropuerto sea breve y sirva como un mero trámite antes o después de la verdadera experiencia: maravillarte ante los colosos de Ramsés II.

Del avión a los templos: cómo moverte

La conexión entre el aeropuerto y los templos es el aspecto mejor organizado. Dado que la mayoría de los visitantes llegan en tours organizados, lo más habitual es que un autobús turístico espere a los pasajeros justo a la salida de la terminal de llegadas. Estos traslados suelen estar incluidos en el paquete de la excursión y te llevan directamente a la entrada del complejo arqueológico, a unos 3 o 4 kilómetros de distancia.

Si viajas por libre, las opciones son más limitadas. Puede haber algunos taxis esperando la llegada de los vuelos, pero no es algo garantizado. Conviene tener un plan B o intentar negociar el traslado con antelación. La pequeña localidad de Abu Simbel también está cerca, pero caminar bajo el sol del desierto, incluso para distancias cortas, no siempre es la mejor idea.

No existen servicios de transporte público regular como autobuses de línea, ni tampoco encontrarás plataformas como Uber o Cabify. Alquilar un coche aquí no es una opción práctica ni común. En resumen, la forma más sencilla y segura de moverse es a través de los traslados coordinados con las agencias de viajes.

Claves para una visita fluida desde el aeropuerto

Para que tu experiencia en este particular aeropuerto sea perfecta, ten en cuenta algunas recomendaciones prácticas que marcan la diferencia.

• Gestiona tus expectativas: No esperes las instalaciones de un gran aeropuerto. Es un aeródromo pequeño y funcional; piensa en él como una simple puerta de entrada y salida.
• Hidratación ante todo: El calor en Abu Simbel puede ser extremo. Asegúrate de llevar agua contigo o comprarla en el avión o en la pequeña cafetería del aeropuerto. La necesitarás.
• El tiempo es oro: El aeropuerto es muy eficiente y los procesos son rápidos. No es necesario llegar con tres horas de antelación para el vuelo de vuelta; con una hora o 75 minutos suele ser más que suficiente.
• Transporte asegurado: Si no viajas con un tour, verifica tus opciones de transporte antes de aterrizar. Preguntar en tu hotel de origen en Asuán puede ser una buena idea para organizar un taxi.
• Equipaje ligero: La mayoría de los visitantes vienen para una excursión de día, por lo que viajan sin equipaje facturado. Si llevas una maleta, ten en cuenta que no hay servicios de consigna.
• Protección solar imprescindible: Desde el momento en que sales del avión, el sol del desierto te dará la bienvenida. No olvides sombrero, gafas de sol y protector solar.

Preguntas habituales sobre el aeropuerto de Abu Simbel

¿A qué distancia están los templos del aeropuerto? Están muy cerca, a tan solo unos 3 o 4 kilómetros. El trayecto en autobús o taxi dura apenas 5 o 10 minutos, lo que te permite aprovechar al máximo tu tiempo de visita.

¿Hay algún sitio para comer o beber en el aeropuerto? Las opciones son muy limitadas. Generalmente encontrarás una pequeña cafetería que sirve bebidas, café y algunos snacks básicos. Es recomendable comer algo más contundente antes de ir al aeropuerto o llevar tus propios tentempiés.

¿Funciona bien el Wi-Fi en la terminal? Es muy poco probable que encuentres una red Wi-Fi pública y gratuita. Lo mejor es que no cuentes con tener conexión a internet durante tu paso por el aeropuerto y que te descargues la información que necesites con antelación.

¿Cuánto tiempo antes de mi vuelo de vuelta debo estar en el aeropuerto? Debido a su pequeño tamaño y a la eficiencia de los procesos, llegar con una hora de antelación suele ser suficiente. De todos modos, siempre es aconsejable confirmar la recomendación de tu aerolínea.

¿Puedo cambiar dinero o sacar de un cajero en el aeropuerto? Los servicios bancarios son prácticamente inexistentes o muy poco fiables. Es fundamental que lleves contigo efectivo en libras egipcias para cualquier pequeño gasto, como bebidas o souvenirs.